sábado, 26 de julio de 2014

Las sombras pueden bailar, sobre Nothern Line, de Koxxantes



Koxxantes

Nothern Line
Chip Musik, 2014

Hay música electrónica que parece salida de una alcantarilla. Sonidos para los que el rótulo de underground resulta más propio. Ruidos y ritmos frenéticos, zumbidos que parecen provenir del eco profundo de un pozo.  

Lima ha dado a conocer una discreta pero bastante bien cohesionada generación de músicos electrónicos que aman esos oscuros sonidos. Solitarios escultores de frecuencias que han retratado bien esa opacidad y grisáceo humor, que ha sido siempre el lado b de la cultura discotequera, el lado menos amable, más tóxico, poco sociable y quizá por ello más estimulante de nuestra escena electrónica. 

De todos ellos destaca la figura de Johnny Collantes, conocido como Kollantes, y ahora como Koxxantes. Johnny dio a conocer su trabajo hacia mediados de los 90s, desarrollando un estilo que heredaba esas atmósferas siniestras del sonido post industrial, de raíz británica, con el jungle y el d’n’b, es decir ritmos cortados y frenéticos. De hecho Johnny fue un pionero en Lima de ese estilo que internacionalmente artistas como Muslimgauze, Techno Animal, Autechre y Aphex Twin dieron a conocer. Johnny incluso fusionaría la electrónica más oscura y dura con los ritmos afroperuanos, redescubriendo un lado más ritual, más de trance, dentro de una tradición de fusión que ha privilegiado el aspecto festivo.   

Convertido en figura de culto, y radicado por muchos años en Londres, ha sido esta ciudad la que ha inspirado su nuevo ep “Nothern Line”. Lanzado hace solo un mes por la net label local Chip Musik. “Nothern Line” hace referencia al metro londinense, esa extensa línea negra que se bifurca y sobresale en los mapas. Como los aeropuertos o los supermercados, las líneas de metro son también esa clase de lugar que se ha dado en llamar como “no lugares”, o lugares de tránsito. Y que sin duda constituyen no sólo la fuente para mucha literatura de ciencia ficción sino también para mucha de la estética de la música electrónica.

“Nothern Line” no tiene títulos, sólo una enumeración. Y diría que su carátula parece sacada de un álbum de principios de los 90s. Y sin duda, suena a un álbum de los 90s, de no ser porque luego del dubstep estos sonidos oscuros han cobrado vigencia y actualidad. A estas alturas ya no queda claro a qué tiempo pertenece el sonido de Nothern Line, pero al escucharlo uno no deja de sentirse fascinado por esa capacidad de Johnny de hacer que su música refleje la toxicidad de la urbe, y hacer con eso una obra de arte.


Johnny Collantes ha retornado a Lima hace ya dos años, no ha hecho ninguna presentación que sepa, se lo ve poco, aunque me dicen que sigue viviendo donde siempre en su casa de Surco, donde seguro sigue componiendo y trabajando. Hace un mes publicó “Ashes southeast”, un ep de similares características, y que en realidad junto con “Nothern Line” conforman en bloque el retorno de Johnny. Son buenos tiempos para la electrónica nacional, con Johnny de regreso, hay sombras para rato. (Luis Alvarado)   

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